lunes, 30 de agosto de 2010

Los pibes y la política
















Hay que tener cuidado.
El jefe de gabinete de Macri, Rodriguez Larreta, calificó hoy a los estudiantes que toman los colegios secundarios de chavistas. Los pibes, eso son: pibes entre trece y dieciocho años, reclaman que los techos de las aulas no se les caigan en la cabeza mientras están en clase. Reclaman para la ciudad de Buenos Aires, una educación pública con colegios y escuelas en buen estado. El reclamo debería de ser de toda la sociedad, todos los habitantes de la ciudad deberían salir a la calle reclamando una educación pública de calidad con docentes bien pagos, material educativo suficiente y edificios en buenas condiciones. La organización política es la única herramienta que tienen las sociedades para confrontar con Estados  o grandes corporaciones que se olvidan de las prestaciones básicas para sus habitantes y se abusan de su poder.


















Los pibes, los estudiantes secundarios, como los universitarios, los obreros, los productores del campo, los empresarios, la iglesia y los políticos profesionales HACEN POLITICA. Y eso es bueno. Cuando se acaba la política empieza el discurso único y la violencia como respuesta. Hay que tener cuidado con descalificar a los que hacen política o se organizan para obtener mejoras. Nuestra historia, no tan remota, barrió con treinta mil personas, entre los que había curas, monjas francesas, estudiantes secundarios reclamando un boleto, obreros de fábricas, que hacían política desde sus lugares y a los que el poder dominante calificó de "subversivos" y los exterminó con la complicidad de los que hoy desde los grandes medios descalifican a pibes que luchan en vez de fijarse como están las escuelas.

















 El gobierno de la ciudad, según todas las informaciones, ejecutó solo el 4,5 % del presupuesto educativo a esta altura del año. Las informaciones, indican también, que se duplicó el subsidio del estado municipal a las escuelas privadas.
Existe, a pesar que nadie lo ha dicho hasta ahora, un plan concreto y bien visible que nadie se anima a expresar o a hacer público. Las cifras están claras y no dan lugar a dudas. Es cuestión de tiempo. El gobierno de la ciudad de Buenos Aires tiene el plan de hacer desaparecer la educación pública. Por eso duplica los subsidios a la educación privada y no ejecuta el presupuesto para las escuelas públicas. Sueñan con una ciudad que tenga sólo escuelas privadas  y que contenga  a algunos estudiantes becados que no puedan pagar las cuotas. Y se acabaron los problemas. es un plan acorde a su ideología. En una ciudad como esa, se acaban las escuelas públicas en mal estado, los docentes estatales pidiendo aumento y los pibes protestando y cortando calles.  Sería bueno que lo digan. O que algún periodista en vez de preguntarse tanta pavada, investigue o interpele a algún funcionario.
Así cómo los pibes ponen el cuerpo para que las escuelas se arreglen, sería bueno que todos mostraran las cartas y revelen cúales son sus verdaderas intenciones.


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